Frutos del mar, saludables y argentinos

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22-08-2014 - La Argentina posee condiciones muy favorables para el desarrollo de la pesca marítima, actividad que se produce en dos regiones bien definidas: la patagónica y la bonaerense. En esta última, con una extensión de mil kilómetros –el 25% del litoral marítimo argentino– se desembarca el 85% del total de la pesca del país y representa el 75% del total de las exportaciones.

Durante el 2013 se exportaron 191351 toneladas de mariscos, un 46% más que en el 2012. Los principales destinos fueron España con 72639 tn. (38%), China con 30691 tn. (16%) y Japón con 20975 tn. (11%). Los principales mariscos exportados fueron langostinos con 81276 tn. (42%), calamar entero con 59795 tn. (31%) y vainas de calamar con 34987 tn. (18%). Los mariscos representan el 41% del total de productos de la pesca exportados en el 2013 y los réditos de la pesca en general conforman el 4% de las exportaciones del país.

Por otro lado, cabe destacar que la producción de moluscos bivalvos en Patagonia Norte es exclusivamente para consumo interno. La mayoría de ellos va al mercado Chino de Buenos Aires. Además existe una sola planta habilitada para moluscos (la Terminal Pesquera Artesanal) y toda la producción de allí va hacia el mercado interno.

En lo que respecta a los recursos fluviales, la Argentina posee un gran porcentaje en la cuenca del Río de la Plata, que incluye prácticamente la mitad del estuario. A este se suman otras, como las de los ríos Negro, Dulce, Colorado y otras secundarias, así como lagos y lagunas naturales a las que se han añadido reservorios artificiales (embalses) en los cuales prolifera la fauna ictícola.

“La actividad pesquera ha experimentando a lo largo de los años cambios estructurales de importancia como consecuencia de las modificaciones en la participación relativa en las capturas de las distintas especies explotadas, en la composición de las flotas en operación y en la estructura de comercialización de una cadena atravesada por la voluntad política institucionalizada para promover el sector y consolidar el proyecto de formalizar la actividad de pescadores artesanales”, explica Luis Carné, vicepresidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

En ese marco, el Senasa dirige, planifica y controla las actividades de fiscalización que, en el orden higiénico sanitario, se efectúan en los establecimientos destinados a la captura, el cultivo y la transformación de productos de la pesca y acuicultura, de acuerdo a la normativa vigente.

Estas actividades se basan principalmente en controlar que se cumplan los estándares de inocuidad para la importación y exportación de los productos de la pesca y acuicultura; inspeccionar establecimientos propuestos para ser habilitados para exportar; y elaborar y proponer normas y procedimientos referidos a la higiene e inocuidad en productos de su competencia.

Los mariscos y la alimentación

Los mariscos son sin duda uno de los alimentos más exquisitos que podemos poner en la mesa del consumidor. Sus propiedades nutricionales son muy similares a las del pescado y aportan grandes beneficios para la salud porque son ricos en proteínas, vitaminas y minerales, necesarios para el correcto crecimiento y desarrollo.

Este tipo de alimentos proveen minerales tales como hierro, fósforo, zinc, potasio y yodo, y poseen importantes cantidades de vitaminas A y B. Por ello, son uno de los mejores alimentos para prevenir la aparición de las enfermedades cardiovasculares, además de proteger contra el cáncer de próstata y de esófago.

En el año 2012, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca creó la Coordinación de Promoción del Consumo de Recursos Vivos del Mar con el objeto de desarrollar campañas nacionales de promoción para el consumo de los recursos marítimos de nuestro país y acercar los productos pesqueros a los consumidores. Así fue que durante el 2013, el consumo de productos de la pesca fue de 9 kilogramos por persona, 2 kilogramos más que en el 2012.

En este punto, es necesario destacar que existen ciertas pautas que se deben tener en cuenta para evitar intoxicaciones. Por eso, el Senasa brinda a las personas recomendaciones e información para un consumo sin riesgos.

“Las mareas rojas son fenómenos marinos que suelen presentarse entre primavera y otoño en las costas bonaerenses y que pueden afectar a la salud pública mediante la ingesta de mariscos no controlados, contaminados con biotoxinas y capaces de causar afecciones gastrointestinales, trastornos neurológicos y hasta dificultades respiratorias” indica Gustavo Pérez Harguindeguy, director nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Senasa.

Por eso, el organismo estatal recomienda no recolectar mariscos en las playas para el consumo casero ni adquirir preparaciones elaboradas con estos en puestos callejeros o locales que no tengan habilitación bromatológica; solo comprar o consumir mariscos en pescaderías o locales de comidas debidamente habilitados; y consumir alimentos que cuenten con los análisis sanitarios de organismos oficiales competentes dado que las toxinas producto de las mareas rojas no se destruyen con el agregado de limón, vinagre o alcohol ni se inactivan con la cocción.

Acciones del Senasa

El Servicio analiza muestras de mariscos recolectadas regularmente en diversas áreas de las costas argentinas para evaluar la posible presencia de biotoxinas. Si mediante las pruebas de laboratorio se confirman concentraciones de toxinas de riesgo para la salud pública, el Senasa notifica a las provincias que son quienes establecen la veda de extracción y consumo de mariscos a través de una resolución provincial, en tanto el fenómeno se registre dentro de las 12 millas marinas correspondientes a cada jurisdicción. Fuera de este límite y hasta las 200 millas, la jurisdicción es nacional, por lo tanto las medidas sanitarias son reguladas por el Senasa.

El Laboratorio Regional Mar del Plata del Senasa, especializado en el control y análisis de productos originados de la actividad pesquera, fue el primero en el país en detectar la presencia de estas toxinas contaminantes en moluscos en 1980.

En el 2006, la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca junto con el Senasa iniciaron un programa de sanidad en organismos acuáticos con el fin de impulsar, promover y complementar el desarrollo de la acuicultura. “Su implementación ha logrado generar excelentes resultados en cuanto al control, fiscalización, promoción y desarrollo de la actividad; lo que ha permitido abordar temas para mejorar la producción, aumentarla y abrir nuevos mercados”, concluye Daniela Bottino, jefa del Programa de Enfermedades de los Animales Acuáticos de la Dirección Nacional de Sanidad Animal del Senasa.

En la actualidad se encuentran habilitadas ante el Senasa aproximadamente 360 plantas terrestres procesadoras de productos de la pesca, 240 buques con proceso a bordo y 665 buques pesqueros y fresqueros registrados. “Previo a su habilitación, se procede a realizar un detenido estudio de planos y memorias operativas y descriptivas, tanto de los establecimientos terrestres como de los buques pesqueros, de manera que en el desarrollo de sus actividades se preserve la higiene y no se contaminen las materias primas o los productos elaborados a bordo”, señala Fabián Ballesteros, director de Inocuidad de Productos de la Pesca y la Acuicultura del Organismo. Durante el 2013 el Servicio fiscalizó este tipo de mercadería en los desembarques por un total de 589407 toneladas, un 15% más que en el 2012.

En definitiva, los controles de sanidad, calidad e inocuidad que realiza el Senasa sobre estos productos de la pesca y sobre los establecimientos y embarcaciones a lo largo de la cadena hacen posible incorporar valor agregado y aumentar el impacto de la actividad pesquera sobre el resto de nuestra economía a través de sus contribuciones al desarrollo económico, social y cultural en las regiones.